LA CAMPAÑA DE POLONIA, OTOÑO DE 1914 ( I PARTE )

En el Cuartel General, ejército austrohúngaro. La concentración en la Alta Silesia. El teatro de operaciones. El avance sobre el Vístula. Las batallas del Vístula. La retirada desde Varsovia. La retirada hacia la frontera alemana. El comando en jefe del frente Oriental. La concentración de todas las fuerzas disponibles. El plan de operaciones. Las batallas del norte de Polonia.

La jornada a Breslau no fue exactamente gratificante. Empecé pasando por Allenstein y cené en el mismo hotel en el que había estado anteriormente. La vida había ya reasumido su viejo curso como en los tiempos de paz. Estuve en Graudenz por la tarde, y viajé a través del viento y la lluvia, vía Bromberg [ Bydgoszcz ], a Posen [Poznan], a donde llegué con la oscuridad cerrada y avanzada la noche.

Yo estaba muy vinculado de muchas maneras con la provincia y la ciudad de Posen. Mi padre, que era descendiente de una familia de comerciantes pomeranos, vivió allí hasta después de la guerra franco prusiana de 1870-71. Yo mismo había estado destinado en Posen, y estaba contento de verla de nuevo. Estuve allí desde 1902 a 1904, como oficial de estado mayor de la jefatura del 5º cuerpo. Mientras mantenía este  puesto ( y también mi puesto previo en el estado mayor de la 9ª división en Glogau ) tuve la oportunidad de comprobar las dificultades que rodeaban la administración de esta provincia. Yo había estado en el distrito de Jarotchin y Pleschen en maniobras. Polonia no ha mostrado gratitud por lo que hicimos por ella. Aquellos que habían repetidamente advertieron a Alemania en contra de sus aspiraciones estuvieron bastante acertados.

Con profundo dolor veo mi provincia nativa enfrentada a un periodo de muchas dificultades y tristezas.

En la mañana del 16 de  septiembre llegué a Breslau. Un telegrama me fue entregado inmediatamente, comunicando que el Cuartel General aprobaba mi propuesta  de la noche del día 14. El general Von Hindenburg, con el grueso del VIII ejército marcharía inmediatamente a apoyar al ejército austríaco en la Alta Silesia. Esta fuerza se transformaría en el IX ejército.

El remanente en Prusia Oriental formaría el VIII ejército:
La 1ª división de caballería, 1º cuerpo de ejército, 1ª división de la Reserva, 3ª división de la Reserva, la división Landwehr de Von der Goltz y varias brigadas Landwehr, la principal Reserva de Koenigsberg y también las guarniciones de las fortalezas del Vístula con la excepción de la 35º división de la Reserva que había sido principalmente extraida de la guarnición de Thorn. El general Von Schubert fue puesto al mando.

El IX ejército fue formado con la 8ª división de caballería, los 11º, 17º y 20 º cuerpos de ejército, el cuerpo de Guardias de la Reserva y la división Landwehr del conde Von Bredow. La línea de marcha quedado establecida  Las fuerzas del Landsturm, que habían sido dispuestas en posiciones apostadas en el lado polaco de la frontera entre Kattowitz y Thorn, estaban disponibles para cubrir sus movimientos.

El Estado Mayor del Cuartel General quería concentrar al ejército
en algún punto entre Beuthen y Pleschen. El Cuartel General, en cualquier caso, en vista de la situación  del ejército austriaco pensó que era necesario que el movimiento fuera más directamente hacia el sureste, para resaltar que constituíamos refuerzos alemanes para Austria-Hungria, y el ejército austrohúngaro podría ser más protagonista. Por tanto, el 11º cuerpo de ejército, formando el ala derecha del IX ejército, fue a Cracovia, y la izquierda fue conducida más al sur de lo que correspondía. La proximidad de los austriacos necesariamente tuvo el efecto de estorbar los movimientos del IX ejército pero no surgieron graves contratiempos.

El 17 de septiembre el general Von Hindenburg se desplazó a Breslau con parte de su equipo. Una vez más habíamos sido llamados para trabajar juntos  en una importante  posición militar.

Yo mismo fui el día 18  a Neu Sandac, el Cuartel General del ejército austrohúngaro. La jornada, húmeda con tiempo desapacible fue una nueva experiencia para mi. Fue mi primera visita a la Alta Silesia, con su altamente desarrollada cultura. En Galitzia me encontré con la que probablemente es la mas negligente región en Europa, y obtuve una idea de la agricultura polaca. El judío polaco de allí es muy anticuado, más que aquellos de su fe y raza en la propia Polonia. Esto no es totalmente fallo de esta gente, sino parcialmente atribuible a su gobierno.


En Neu Sandec informé personalmente al archiduque Frederick, un hombre con la calidez de corazón de un alemán y un genuino carácter de soldado. Lo recuerdo con sentimientos de alta estima. El “cerebro” de las operaciones del ejército austrohúngaro era el general Von Conrad, un clarividente y distinguido general de gran adaptabilidad mental. Era un estratega con una mente inusual y fértil, y siempre instilaba una vitalidad dinámica al ejército imperial y real. Eso permanecerá siempre como su legado.
Desafortunadamente, el ejército austriaco no era siempre lo suficientemente fuerte
para emprender sus ambiciosos planes. Se había hecho demasiado poco por el ejército en tiempos de paz. Había sido abiertamente negligente, y al contrario que nuestro ejército en Alemania, no tenía ese prestigio en su propio país que anima la acción enérgica. La flor del cuerpo de oficiales combatiente, que había sostenido cohesionado al ejército a pesar de las conflictivas nacionalidades, había desfallecido en aquella época; los que permanecían dejaban mucho que desear en numerosos casos, y fracasaron en mantener los cimientos del ejército. El auténtico y valiente soldado también había fracasado en el campo de batalla.


El ejército austrohúngaro estaba entrenado de modo diferente al alemán. En los primeros días el general Von Conrad no pensaba muy elogiosamente respecto a nuestro entrenamiento en tiempo de paz. Más gtarde me reconoció que estaba a favor de nuestras reglas. En particular él estaba convencido de que era imposible otorgar demasiada importancia a aquello que fortaleciera la disciplina. El Estado Mayor General del ejército austriaco dió, según pensaba, demasiada importancia a la teoría y relegó el trabajo práctico. Demasiadas órdenes eran dadas desde la superioridad, y cualquier inclinación para la acción independiente o la responsabilidad personal fue suprimida.
Mis relaciones con el general Von Conrad fueron siempre satisfactorias, especialmente en nuestras reuniones ocasionales. Frecuentemente tuve la impresión de que el oficial de enlace austriaco con mi estado mayor no transmitía los hechos, sino que chismorreaba. El oficial de enlace de un poder aliado tiene una misión particularmente importante, el puede fácilmente
causar perjuicios y por esa razón debe ser un hombre de un carácter excepcionalmente fuerte.


Tanto las pasadas como las futuras acciones fueron discutidas. En el curso de su retirada el ejército austriaco se había retirado sobre el San e incluso el Wislok. Sus más de 40 divisiones se apelotonaron ahora junto a la margen occidental del Wislok, entre los Cárpatos y el Vístula. Yo no podía entender como había sitio para ellas en ese rincón, pero como yo oí más tarde, el gran número de prisioneros explicaba la situación. El ejército estaba terriblemente agotado.  Actuando bajo su propia responsabilidad y confiando en la ayuda alemana, el general Von Conrad, esperaba  atacar de nuevo a primeros de octubre, incluso si el ejército austriaco había tenido que retirarse todavía más bajo la presión rusa mientras tanto.


El avance del IX ejército ya había protegido el flanco septentrional
del ejércitoa ustriaco contra posibles contratiempos. Era el momento de unirse aprovechando el movimiento al norte del Vístula. Los ejércitos aliados fueron entonces a atacar a los rusos donde quiera que los hallara. Al mismo tiempo el IX ejército permanecía vigilante respecto a su expuesta ala izquierda.


Del lado ruso había solamente unas pocas divisiones de caballería y brigadas de fusileros en la margen occidental del Vístula. Estas no capaces de impedir a la cobertura de fronteras alemana tomar posiciones en suelo polaco, o que el cuerpo Landwehr de Von Woyrsch marchará a traves de Polonia desde Radom al Vístula, y lo cuzara al norte de la confluencia con el San. Este cuerpo había prestado asistencia al ejército austríaco al este del río antes de la última derrota.


El grueso de los ejércitos rusos estaba todavía al este con débiles fuerzas sobre la margen del San. Los grupos que habían sido vencidos en Prusia Oriental estabamn detrás del alto Narew y el Niemen. El cuerpo de ejército siberiano no había llegado a la frontera occidental de Rusia. Algunos de ellos estaban todavía en camino. Eran particularmente buenos, y nos dieron una gran cantidad de problemas  Había sido una amarga decepción que nuestra diplomacia no hubiera tenido éxito en prevenir que Japón se uniera a nuestros enemigos. Eso fue el resultado de nuestra infortunada política de sacarle las castañas del fuego a Rusia tras la paz de Shimonosheki en 1895 e impedir  a Japón afirmarse en Port Arthur. Rusia nunca emitió ningún agradecimiento por esto, y nos indispuso infinitamente con Japón. Naturalmente no pudo entender que interes teniamos en debilitar su posición.

El ultimatum que nos fue entrgado por el gobierno japones en agosto de 1914 se dice que correspondía palabra por palabra con nuestro ultimatum de 1895. Nosotros hablamos en ese tiempo de la restitución de Port Arthur; ahora Japón habalaba de la restitución de Kiao-Chu. ¡ Los japoneses saben como tomar su venganza ! 

Como próximas operaciones, era de esperar que los rusos persiguieran al ejército austríaco, a pesar de todas las dificultades inherentes a un avance. El espacio al sur del pasillo Sandomir-Cracovia del Vístula era mucho mas tentador para los rusos. Una invasión de Hungria  estaba fuera de cuestión para ellos en ese momento, puesto que corrían el riesgo de ser derrotados al norte de los Cárpatos. Podía darse por seguro que  los rusos avanzarían por debajo de la confluencia del San; con que vigor y en que extensión del frente dependía esencialmente de si ellos conociamos el nuevo reforzamiento alemán y como ellos habían encajado su derrota en Prusia Oriental.

 En realidad la persecución de los rusos a traves del San y la empresa de Przemsyl fue emprendida solamente con débiles fuerzas. En primer lugar , ellos temporalmente reforzaron sus tropas en el Niemen. Inmediatamente despues, en cualquier caso, cuando asumieron el alcance del avance alemán, todas sus fuerzas , incluyendo el recién llegado cuerpo de ejército siberiano fueron empleadas en un poderoso avance sobre el Vístula en un amplio frente desde Varsovia a la confluencia del San. El movimiento estaba en curso durante nuestras discusiones  en Neu Sandec. Tuvimos que prepararnos para el inminente avance de los rusos a traves del San y el norte del Alto Vístula.  En orden  a encontrarnos esto y previendo mentalmente  la posibilidad de un movimiento de flanqueo desde Varsovia, pareció aconsejable traer parte del ejército austriaco , que estaba  disponible y nuestro propio cuerpo Landwehr al norte del Vístula. El ejército austriaco al sur del Vístula todavía era aparentemente fuerte para asumir las demandas que pudieran surgir.

Muchos de los transportes empleados por nuestras columnas y trenes eran demasiado pesados para el escenario polaco de la guerra. En cualquier caso, nosotros no teníamos suficientes de ellos. Así que yo solicité al general Von Conrad un requirimiento de transporte ligero, y nos prestó todo lo que nosotros queríamos. Consisitió en bastantes vehículos ligeros, tirados por pequeños, resitentes caballos y conducidos por paisanos. Pronto se les dió el mote de transporte "Panje". El origen del nombre fue el hábito de los conductores saludandose unos a otros como "Panje", que signifíca "Señor". Nuestros hombres solían saludarles de ese modo.

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