TANNENBERG ( VI PARTE )



Aún más, el estado mayor del cuerpo de Guardias temía un ataque ruso, y por ello procedió a concentrar sus unidades. El ala norte había permanecido pegada al Pregel, puesto que el VIII ejército podía ser flanqueado desde allí. El ataque para envolver el flanco debía ser más fuerte de lo que habíamos calculado originalmente. Tuvimos que esperar y comprobar si nuestro asalto principal triunfaba o fracasaba. La dura lucha sería el factor decisivo aquí. Solamente podíamos hacer lo que estuviera en nuestra mano para asegurar el resultado por el cual nosotros estábamos esforzándonos.

En la mañana del 10 de septiembre recibimos las noticias decisivas explicando que durante la noche del día 9 el enemigo había cedido ante el 1º cuerpo de la Reserva al norte de Gerdauen, probablemente a consecuencia de los continuos embites  del 1º y el 27º cuerpos de ejército.

Se informó  que los cuerpos habían tomado las posiciones  y buscaban avanzar. El regocijo en el cuartel general puede imaginarse. Un gran éxito una vez más había sido alcanzado, pero todavía no era decisivo. El ejército ruso no había sido destrozado, para entendernos. Al noreste  de Lötzen solo habíamos obtenido triunfos locales. Fue importante desencadenar un ataque frontal con todo nuestro vigor, y nos arrojamos sobre el “mentón” enemigo mientras el ala  envolvente avanzaba al este del bosque de Roomiten hacia la carretera de Wirballen-Kovno. En esta ruta nosotros intentábamos conducir a los rusos tan lejos como fuera posible hacia el Niemen.

También tuvo que ser tomado en  cuenta por Rennenkampf, quien estaba ahora en contacto con los refuerzos acudiendo desde el lejano sur, la disposición  a lanzar un vigoroso ataque en alguna dirección. Nuestras líneas eran muy finas en todas partes, excepto los dos grupos del norte, que habían estado separados por el lago Mauer, se habían conectado de nuevo. La situación era extremadamente grave y la tensión era grande.

Las tropas tenían un nuevo objetivo ante ellas. Manteniéndose próximas unas con otras, tenían que perseguir al enemigo incesantemente mediante marchas forzadas, y lo atacaban siempre que hacía acto de presencia. Al mismo tiempo tenía que aguardar la cooperación de las columnas vecinas antes de emprender envolvimientos locales, también para minimizar las pérdidas. El 17º cuerpo de ejército, y más particularmente la 1º y 8º divisiones de caballería, tuvo que golpear una y otra vez. Las órdenes de marcha para las diferentes secciones, empezando por la izquierda era aproximadamente como sigue.:

- Principal Reserva de Koenigsberg: Koenigsberg-Tilsit

- Cuerpo de Guardias de la Reserva: Gross-Ardowöhnen

- 1º cuerpo de la Reserva: Insterburg-Pillkallen

-11º cuerpo de ejército: norte de Darkehmen, Gumbinnen-Stallupönen.

-20º cuerpo de ejército: Darkehmen, medio camino de Wirballen-lago Wyschtyt

-17º cuerpo de ejército: derecho al norte del bosque de Rominten hacia Wyschtynice

-1º cuerpo de ejército: derecho al sureste del bosque de Rominten hacia Mariampol

-1º y 8º divisiones de caballería: en el avance del 1º cuerpo de ejército hacia la carretera de Wirballen-Kovno.

Estos movimientos no resultaron todo lo bien que yo había esperado. Amigos y adversarios eran difíciles de distinguir. Nuestras propias columnas ocasionalmente disparaban unas sobre otras. Las tropas también lanzaban vigorosos ataques frontales, y no aguardaban a la cooperación  de las columnas vecinas. Pero la más seria dificultad era causada por el hecho de que el 11 de septiembre el 11º cuerpo pensaba que estaba siendo atacado por una fuerza muy superior. Esto era bastante concebible y tenía que ser tomado en cuenta. Bajo las existentes condiciones en relación al poderío de las dos fuerzas, la línea del frente requería el apoyo táctico cercano de los cuerpos involucrados. Por tanto tuvimos que decidir traer el 17º cuerpo y el 1º más al norte de lo originalmente previsto. Tras unas pocas horas la creencia del 11º cuerpo se demostró infundada. Pero la orden ya había sido impartida para envolver el ala. Más tarde, los cuerpos fueron encaminados a sus rutas originales, pero para entonces al menos la mitad de una jornada se había perdido.

El VIII ejército hizo un magnífico trabajo. El avance entero, que cubrió perfectamente un centenar de kilómetros en 4 días, fue una brillante marcha de victoria para estas tropas exhaustas como estaban por continuas luchas y esfuerzos de toda clase. Esto se aplica más particularmente a las unidades originales del VIII ejército; el cuerpo de Guardias de la Reserva y el 11º cuerpo de ejército había luchado valientemente en el Oeste, en Namur, pero ellos ciertamente tuvieron un intervalo de reposo.
Los resultados de la batalla no fueron tan evidentes como los de Tannenberg. No hubo operaciones en la retaguardia enemiga, puesto que no fueron posibles. El enemigo no aguantó sino que se retiraba asi que solo podría ser forzado a retirarse aun  más únicamente con ataques frontales y de flanqueo. Mientras en Tannenberg nosotros tomamos más de  90.000 prisioneros, contamos ahora solamente 45.000 ahora Pero todo lo que podía ser hecho bajo las circunstancias habían sido cumplidas.

Como conclusión, Rennenkampf no parece haber intentado en serio resistir . En algún momento, empezó su retirada al comienzo de las operaciones y marchó durante la noche. Nuestros aviadores hicieron ciertamente notar el curso de algunas columnas en retirada, pero sus informes eran demasiado vagos. Los rusos sabían como conducir retiradas y mover masas de tropas sin usar las carreteras principales.

Nuestros continuos movimientos, con la omnipresente amenaza de envolvimiento, condujo a la retirada del ejército ruso delante nuestra tan rápido que cruzó el Nieven en un estado de disolución. Durante las siguientes semanas no dispusieron de material de combate de primera clase, a menos que los rusos se reforzaran con tropas de refresco.

La batalla de los lagos masurianos no ha recibido el reconocimiento que merece. Fue un enfrentamiento decisivo, ambiciosamente planeada y cuidadosamente ejecutada contra una extraordinaria superioridad numérica. Fue obtenida con graves riesgos, pero el enemigo no aprovechó su potencial, Ni siquiera intentó mantenerse luchando, sino que se retiró tan deprisa que, bajo nuestra presión, la retirada tomó el carácter de una huída. Alejado del campo de batalla la 3º división de la Reserva, bajo su enérgico líder, el general Von Morgen, y la división Landwehr de Von der Goltz habían emprendido una muy exitosa acción contra una fuerza enemiga superior cerca de Bialla el 8 de septiembre, y después de haber barrido a los refuerzos que habían acudido. Al hacer eso habían suprimido una seria fuente de peligro para el ejército que luchaba en el extremo norte. Von der Goltz estaba en los alrededores de Osowiec. Von Morgen capturó Augustovo y Suwalki tras una pugna feroz. La intención de el Gran Duque Nicolás de aliviar la presión sobre Rennenkampf desde ese sector fue frustrada.

El 13 de septiembre la batalla prácticamente concluyó. Ese día la situación aproximada era como sigue:

-         Guarniciones de las fortalezas bajo el general Von Mühlmann en Mlawa.
-         La división Landwehr de Von der Goltz ante Osowiec
-         3º división de la Reserva en Augustovo-Suwalki
-         1º y 8º divisiones de caballería y 1º cuerpo de ejército en marcha hacia Mariampol.
-         17 y 20º cuerpos de ejército, más allá de Wyschtynice-Wirballen.
-         11º cuerpo de ejército, al norte de Wirballen
-         1º cuerpo de la Reserva, Vladislavoff.
-         Cuerpo de Guardias de la Reserva, acampado al noreste de Wehlau.
-         Principal reserva de Koenigsberg, Tilsit.

Justo en el centro del campo de batalla varios cuerpos se hbían aproximado unos a otros. En cierto modo, no había espacio para algunos de ellos, y serían estos los primeros disponibles para subsiguientes operaciones. Muy al principio del avance contra Rennenkampf tuve pensamientos para proceder con todas nuestras fuerzas disponibles hacia el sur de la frontera contra la línea del Narew ( nuestros flancos estarían protegidos por la frontera este de Prusia Oriental ), así cooperaríamos más eficazmente en el ejército austríaco, en concordancia con los planes del general Von Conrad. Yo aún no había sido informado de los graves reveses  encajados por el ejército austriaco. Las órdenes fueron emitidas en conformidad con esta intención, pero ya fue demasiado tarde para ponerlas en práctica.
VI
Durante el conjunto del avance victorioso del VIII ejército desde la vecindad de Allenstein al territorio enemigo el cuartel del Estado Mayor del ejército había seguido de cerca de las tropas. Siempre he insistido que deberíamos estar en la mayor proximidad posible con nuestros comandantes y hombres. Era particularmente necesario para los propósitos de impartir órdenes y recibir informes, puesto que los medios técnicos de comunicación eran todavía defectuosos.

Las disponibilidades telefónicas en la provincia de Prusia Oriental eran muy exiguas. Algunos de los oficiales habían abandonado sus puestos. Los aparatos inalámbricos rindieron buenos servicios, pero solamente la caballería y el cuartel del Estado Mayor del ejército los poseían. Así que estábamos obligados a depender principalmente de coches y transmisiones de oficiales de Estado Mayor.

Los miembros del cuerpo de voluntarios motorizado hicieron un magnífico trabajo como enlaces de los mensajes. Cumplieron jornadas mucho más duras que las de los patrulleros. Yo necesitaba a los pocos aviadores urgentemente para el reconocimiento, y no podía destinarlos a la entrega de mensajes. Pero a pesar de los precarios medios de comunicación, siempre conseguimos estar bien informados y transmitir nuestra órdenes en un tiempo aceptable. Saqué un buen partido del uso del teléfono, dando coraje donde parecía aconsejable, y gritando improperios donde todo el éxito de la operación dependía de ello. Este intercambio personal con los oficiales al mando era usual, puesto que proporcionaba oportunidades para el contacto personal y la cooperación.

Emplazamos nuestros cuarteles generales en varios lugares. Nordenburg fue el primer lugar donde fuimos  que había estado en manos de los rusos durante un tiempo considerable. El desorden allí era increíble. El mercado estaba repleto de porquería. Las estancias estaban desagradablemente desaseadas.
En Insterburg permanecimos en el Hotel Dessauer, en los mismo cuartos que Rennenkampf había abandonado. Se dijo que el Gran Duque Nicolás dejó la localidad en el último momento.

Tuvimos la oportunidad de examinar las posiciones rusas más de cerca, y estuvimos profundamente agradecidos de no haber estado obligados a asaltarlas. Habríamos pagado un pesado tributo en sangre.

Muchas de las tropas rusas se comportaron de manera ejemplar en Prusia Oriental en agosto y septiembre. Las bodegas de vino y las tiendas fueron guardadas y Rennenkampf mantuvo una estricta disciplina en Insterburg. Pero la guerra trajo un sinfín de penalidades y terrores. Los cosacos fueron feroces y crueles. Ellos incendiaron y saquearon. Muchos habitantes fueron asesinados, las mujeres fueron violadas y los civiles a veces secuestrados. Estas acciones estaban en su mayor parte desprovistas de sentido, y uno busca en vano razones para ellas. La gente no ofreció resistencia ni la menor oposición a los rusos; fueron dóciles y no tomaron parte en la lucha, de acuerdo a nuestros deseos.  Los rusos deben cargar con la responsabilidad por semejantes atrocidades. El ejército ruso había sido una pesada carga sobre Prusia Oriental. Ahora experimentamos orgullosamente que habíamos rescatado el suelo alemán del enemigo. El regocijo y gratitud del pueblo fue muy grande.

Esta provincia no fue solo liberada de un yugo extranjero ¡ El cielo nos preserve de la humillación !

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