TANNENBERG ( II PARTE )


Este esquema había sido frecuentemente practicado por Schlieffen en las maniobras estratégicas. Si la evaluación era correcta la decisión del VIII ejército de reservarse para futuras operaciones era adecuada. Pero no es lo mismo asumirlo ante las realidades de la guerra, teniendo en cuenta  la inmensa responsabilidad de exponer parte del propio país  a la invasión. La suma de sufrimientos inflingidos sobre los países que conformaron el reciente escenario de las operaciones, incluso en las más humanas condiciones de lucha, ha caído sobre la humanidad a causa de esta guerra mundial.

Tal como los acontecimientos se desarrollaban, retirarse tras el Vístula habría sido una ruina. No habríamos podido mantener  la línea del Vístula ante las fuerzas numéricamente superiores de los rusos, y ciertamente habría sido imposible  para nosotros apoyar al ejército austriaco en septiembre. Su colapso habría entonces seguido su curso natural. La situación, tal como la encontré, era indudablemente  muy seria, pero después de todo, el problema no era insoluble.

A mi requerimiento las órdenes fueron inmediatamente enviadas al frente Este fijando la retirada de el grueso del VIII ejército el 23 de agosto. El 1º cuerpo de la Reserva, el 17º cuerpo de ejército y lo principal de la guarnición de Koenigsberg hicieron una pausa. El 1º cuerpo de ejército no estaba detenido en Gosslershausen sino  cerca de la posición del general Von Scholtz, en algún lugar el este de Deutsch-Eylau. Algunas tropas disponibles de las guarniciones de Thorn, Kulm, Graudenz, y Marienburg estaban en marcha hacia Strasburg [N.T: pequeña localidad del suroeste de Prusia Oriental, no confundir con Estrasburgo] y Lautenberg. Estas guarniciones estaban compuestas solamente por formaciones del Landwehr y el Landsturm. En la parte suroccidental de Prusia Oriental fue creada una potente fuerza lista para emprender una ofensiva, mientras el grupo septentrional continuaría su repliegue en dirección suroeste o podría ser encaminada directamente al sur para asistir a la acción
 contra el ejército del Narew. Naturalmente una decisión  sobre el plan debía ser adoptada para hallar el punto crucial. Los rusos no podían ser repelidos sin un nuevo enfrentamiento. Ningún oficial de Estado Mayor  perdería la ocasión de transformar en una ventaja el hecho de que los dos ejércitos rusos estuvieran separados el uno del otro.

También informé a su Majestad Imperial. Su Majestad, que se mantenía tranquilo, habló seriamente de la situación oriental, y lamentó profundamente que la patria alemana sufriera una invasión a manos del enemigo. Él estaba penetrado por el sufrimiento de su pueblo. El Káiser me condecoró  con la medalla Pour le Mérite, la cual se me otorgó por mi labor en Lieja, y habló apreciativamente de mí. Por el resto de mi días este evento será de orgullosa, aunque triste, memoria.

A las nueve de la noche dejé Coblenza en un tren especial para el frente Oriental. Poco antes de mi salida supe que el general Von Hindenburg había aceptado el puesto de comandante en jefe, y subiría al tren en Hannover a las cuatro de la madrugada. El general aguardaba en Hannover y yo me presenté. Fue la primera vez que nos encontrábamos. Todas las otras versiones son ficticias. Le expliqué brevemente la situación y nos fuimos a dormir. Cerca de las dos de la tarde del 23 de agosto llegamos a Marienburg, donde el mando del ejército nos esperaba.
La situación había cambiado y la decisión de retirarse detrás del Vístula había sido abandonada. Se intentaba sostener la línea del río Passarge. El general Grünert, jefe de estado del VIII ejército, y el teniente coronel Hoffmann eran los responsables de este cambio de plan.
Nuestra recepción en Marienburg fue de todo menos alegre. Parecía como entrar en otro mundo encontrarse con esta atmósfera depresiva, después de haber experimentado el triunfo en Lieja y el fulminante avance en el frente Oeste. Pero las cosas pronto cambiaron y la atmósfera general mejoró. La actitud del Estado Mayor de nuevo se elevó.

II

El comandante Valdivia, el distinguido agregado militar español durante la guerra, me preguntó en su primera visita al cuartel general en Posen en octubre de 1914 si la batalla de Tannenberg había sido librada de acuerdo a una planificación largamente concebida y preparada. Yo solo pude responderle que no. Quedó muy sorprendido porque, como la mayoría de la gente, el lo había dado por descontado.

Un plan de campaña puede y debe ser planificado en un largo intervalo de tiempo. Las batallas en una guerra de posiciones demandan tratamiento similar, pero la rápida sucesión de sucesos en la guerra de movimientos traen igualmente cambios rápidos en los puntos de vista e impresiones del mando. Tiene que guiarse por sentimientos, intuición. Así la ciencia militar se convierte en un arte y el soldado en estratega.

Gradualmente, durante el intervalo del 25 al 26 de agosto, el plan de batalla  se perfiló en todos sus detalles. La gran pregunta era si sería realmente posible retirar el 1º cuerpo de la Reserva y el 17º cuerpo de ejército de sus posiciones frente a Rennenkampf, y así unificarlos con las otras unidades del VIII ejército para actuar contra el ejército del Narew. Dependía fundamentalmente del propio Rennenkampf, porque si sabía explotar su éxito en Gumbinnen y avanzaba rápidamente, mi proyecto sería impracticable. Entonces no habría alternativa sino retirar al 1º cuerpo de la Reserva y al 17º cuerpo de ejército en una dirección más suroccidental hacia Wormditt, mientras la otra parte del VIII ejército retenía al ejército del Narew con la esperanza, si la suerte acompañaba, de vencerlo de algún modo. La idea de una tenaz defensa de alguna línea al este del Vístula, si era necesario, también entraba en nuestros cálculos.

Descubrimos poco a poco que Rennenkapf estaba avanzando lentamente. Los dos cuerpos de ejércitos podrían por tanto ser paulatinamente desviados en su retirada a través de la línea Bartenstein-Gerdauen, en dirección sur hacia Bischofsburg-Neidenburg. Luego, el 17º cuerpo de ejército protegido por la 1ª división de caballería y el 1º cuerpo de la Reserva fue trasladado al sur vía Schippenbeil a Bisschofstein. Tan pronto rebasó al 1º cuerpo, el  día 26 avanzó desde Bisschofstein a Bischofsburg; el mismo 1º cuerpo de la Reserva se movió al sur de Schippenbeil, en dirección a Seeburg. Solo la 1ª división de caballería permaneció en contacto con Rennenkampf, inmediatamente al sur de Schippenbeil. De esta división, el mismo día 26, la 1ª brigada de caballería recibió la orden de avanzar vía Rössel hacia Sensburg. De este modo, el día 27 de agosto solo dos brigadas de caballería permanecían entre el lago Mauer y el río Pregel, enfrentadas a 24 fuertes divisiones de infantería y varias divisiones de caballería de Rennenkampf. La cadena defensiva de los lagos estaba abierta y en cualquier caso habría sido bastante fácil rodearla y completar el sitio de Koenigsberg.

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