VIII
A finales de
octubre el general Von Falkenhayn me citó
en Berlín. El general Von Conrad le había sugerido que grandes
fuerzas del Oeste fueran enviadas al frente Oriental. El general Von Falkenhayn
habló esperanzadoramente del ataque cerca de Ypres y quería posponer decisiones más allá. Yo no estaba en disposición de darle información precisa sobre los
planes de nuestro equipo. Nada se había decidido aún.
En Berlín yo
sentía que estaba en otro mundo. La diferencia entre la inmensa tensión bajo la
que había estado viviendo desde el principio de la guerra y el modo de vida en
Berlín era demasiado grande. La pasión por la diversión y el placer reinaban
supremamente. La gente no parecía asumir la seriedad de nuestra posición en la
guerra. Yo estaba desagradablemente impresionado y me sentí como un extraño.
Estuve contento de regresar a Czestochova y el círculo amistoso de mis
camaradas.
En la mañana
del 3 de noviembre estaba convencido de que nuestra situación debía ser manejada
de manera diferente entre todos. Le pedí al general Von Hindenburg de acuerdo a un plan
que había sido previamente discutido, conducir nuestras fuerzas alrededor
Hohensalza. Ordenes a este efecto fueron inmediatamente dadas y nosotros
informamos al Cuartel General de esta decisión.
El Cuartel
General había vigilado el desarrollo de los acontecimientos en el Este con la mayor dedicación
.
.
La situación
en torno a Mlawa y la frontera este de Prusia Oriental se iba haciendo más
peligrosa día a día. El recién formado 25º cuerpo de la Reserva que había sido
enviado a Prusia Oriental como refuerzo, había peleado heroicamente.
Pero pronto
se hizo evidente que el valor combativo de las nuevas formaciones estaba lejos
del propio de las unidades compuestas de hombres que habían estado largo tiempo
en servicio bajo las banderas y estaban comandados por jóvenes y activos
oficiales. Estas nuevas formaciones tenían maravillosa virilidad en sus rangos y
filas pero no eran auténticos soldados aún. Su coraje y devoción no compensaba
su falta de entrenamiento. Todavía más, el amplio número de oficiales de
la reserva quienes encontraron destino en estas nuevas formaciones dieron lo mejor de sí, pero asimismo, faltaba
experiencia actualizada. Había excepciones, claro esta.
Un ejército
no se hace en pocas semanas, se requiere un largo entrenamiento y tradición. La
prueba de esta afirmación son el
ejemplo de las tropas británicas y
americanas. Ellos también han tenido que pagar muy caro por su intrepidez. El
25º cuerpo de la Reserva no había estado disponible para efectuar ningún cambio
apreciable en la situación de las fronteras de Prusia Oriental. No era de
esperar que el Gran Duque con sus fuerzas enormemente superiores, no solamente haría una tentativa
decisiva de conducir a Alemania y Austria fuera de la cuenca del Vístula e
intentar asegurar una decisión, o al menos impedirnos mover nuestras tropas.
Sobre el
conjunto de la frontera oriental del reino de Prusia las batallas estarían
pronto en marcha, en una espiral de
acción-reacción una y otra vez. Un mando unificado era indispensable. Esta
cuestión ya había sido discutida en el momento de mi encuentro con el general
Von Falkenhayn en Berlín. El 1 de noviembre su Majestad designó al general Von
Hindenburg Comandante en Jefe del Este [
NT: en alemán, Oberost ], al mismo tiempo que lo relevaba de su posición como
comandante del IX ejército. A nuestra petición, al general Von Mackensen le fue
otorgado este puesto. Yo permanecí como jefe de estado mayor del general Von
Hindenburg. La mayoría de mis colegas fueron asignados a este nuevo equipo.
La esfera de
mando del Comandante en Jefe del Este ahora se extendía definitivamente sobre
el VIII y IX ejércitos, y los estados mayores del 1º , 20º ,17º , 2º , 5º y 6º
cuerpos de ejército en las provincias de Prusia Oriental y Occidental,
Pomerania, Posen y Silesia y las fortalezas situadas allí.
Subsecuentemente,
el cuerpo de Zastrow sobre la línea Soldau-Mlawa, ahora bajo las órdenes del
cuartel general del VIII ejército, fue puesto bajo el mando directo del
Comandante en Jefe del Este.
Esta
unificación de los mandos funcionó correctamente. Aliviaba al Comandante en
Jefe de los detalles de la dirección del ejército sobre el terreno. Por lo
mismo, hubo ocasiones cuando fue necesario vulnerar la jurisdicción de los equipos de
ejércitos por medio de ordenes directas sobre sus comandantes. No agradaba
mucho intervinir de esta manera, y al principio quizás yo fui de los que menos lo apreció. Creo que rectifique al
curso correcto más tarde.
El cuartel
general del Comandante en Jefe del Este se movió a Posen. Tuvimos nuestra sede
en el Palacio Real y permanecimos allí hasta principio de febrero de 1915. Este
fue un periodo particularmente embarazoso y ocupado. Aquí empezó el modo
regular de vida que practiqué hasta mí dimisión.
IX
Todos
nosotros en el cuartel general estábamos profundamente imbuidos con el sentido
de nuestra enorme responsabilidad, y no teníamos ilusiones ante lo que estaba
en juego. En Posen era más fácil que en Polonia sentir el pulso de nuestro país
y asumir su temor a una invasión hostil con todas sus terribles consecuencias.
No podíamos en ningún caso agravar este temor con nuestras medidas militares.
La suerte de las batallas inmediatas era incierto. La superioridad rusa en
número era grande, nuestras tropas estaban agotadas y a nuestros aliados les
restaba poca capacidad de lucha.
Desde las
provincias fronterizas los jóvenes capaces de portar armas eran reclutados. Las
posiciones estratégicas era reconocidas y las órdenes emitidas para su
construcción. Las minas en varios distritos de Polonia habían ya sido convertidas en impracticables, y medidas fueron ahora tomadas para la demolición de
los ferrocarriles alemanes y minas en los distritos fronterizos. El comandante
del 6º cuerpo de ejército, en respuesta a mis requerimientos había convocado a
varios expertos en minas en su provincia , y solicitó su consejo sobre el mejor método para destruir las minas
de la Alta Silesia. La ejecución de las medidas necesarias fue ahora decidida.
El terror de inmediato se extendió a través de la región. Yo tenía que hacer imposible para
los rusos el uso de las minas para un largo periodo. Los intereses militares lo
hacían imperativo. Más adelante durante la guerra los ingleses arrasaron los
campos petrolíferos rumanos incluso mas rudamente. El carbón es de igual
importancia en una guerra en curso.
Como así
fue, la opinión de una alta autoridad fue tomada, y se probó posible modificar
el esquema de destrucción un poco.
La actitud
de los habitantes polacos de nuestras provincias fronterizas no fue conciliadora.
Ellos fueron muy reservados y distantes. Ningún hombre sensato habría esperado algo
diferente.
En vista de
nuestra inferioridad numérica, era muy importante para la inminente decisión que nosotros preparasemos las fortalezas orientales prusianas y los varios
cuerpos de ataque bajo nuestro mando para que todas esas tropas y material
bélico disponible que podían ser utilizados para operaciones activas en el
campo. Tuvimos que comenzar con este sistema incluso en agosto de 1914, y en el
transcurso del tiempo estuvimos en disposición de formar un gran número de
divisiones en el Este extraídas del Landsturm, Landwehr, y antiguas tropas de
las fortalezas tal como el general Von Moltke tuvo a disposición para la batalla
de Koninggratz. Más tarde, a esta divisiones se les dieron números, como a las
divisiones activas, pero esto no cambió su carácter especial. Naturalmente las
demandas hechas a estas divisiones especialmente en relación a luchar y
marchar no eran las mismas que las requeridas de unidades compuestas de hombres jóvenes, pero en
momentos de gran tensión era frecuentemente imposible darles un trato especial.
Estas tropas
hicieron más de lo que era razonable esperar de ellas. Dieron lo mejor en
defensa de la tierra, la patria, sus mujeres y sus hijos.
El VIII
ejército, en las fronteras orientales de Prusia, había podido gradualmente
formar varias divisiones Landwehr. De las guarniciones de las fortalezas del
Vístula y el Landsturm un cuerpo de defensa de fronteras había sido formado, el cuerpo Zastrow, fuerte en dos divisiones, que subsecuentemente se
convirtió en el 17º cuerpo de la Reserva. La fortaleza de Thorn, que había sido
su principal ( la 35º división de la Reserva )
en la línea cerca de Czestochova, gradualmente formó una nueva reserva
principal conocida como cuerpo Von Dickhuth. Este cuerpo fue subsecuentemente
empleado en la margen derecha del Vístula en la dirección de Plock. La
principal reserva de Thorn fue ahora la brigada Landsturm de Von Westernhagen,
la cual había sido llevada hasta el Bzura y retirada a Wlozlawek durante el
repliegue del IX ejército.
La fortaleza
de Posen también nos proporcionó una reserva principal, la cual había formado
parte del cuerpo del general Von Frommel, y había sido brillantemente dirigida
por el general conde Von Bredow en la campaña de Polonia. Su Landswehr no tenía
cocinas de campaña, ellos atacaron a los rusos con la idea de procurarse
algunas, y lo consiguieron. La fortaleza de Posen ahora producía crecientes
fuerzas. El cuerpo de Posen, que había sido concentrado en torno a Kalisz, era
una división muy fuerte, y había sido equipada con gran cuidado. El gobernador
de Posen, el general Von Koch, y su
jefe de estado mayor, el coronel Marquard, se tomaron grandes molestias a este
fin.
El cuartel
general del estado mayor del 6º cuerpo de ejército formó el cuerpo de Breslau
para la defensa de la frontera al este de Kempen. Llevó largo tiempo
antes de que esto fuera hecho y el cuerpo estuviera listo para ir a la línea.
El
comandante Von Bockelberg destacó por la ayuda que me proporcionó para levantar
estas nuevas formaciones.
X
Cuanto más reflexionaba acerca del problema que nos atenazaba y meditaba nuestra posición y nuestro
temible peligro, más firme era mi resolución, si era posible, de cambiar las
operaciones de Czestochova en un arrollador y aniquilante golpe. Solo eso podía definitivamente salvarnos. No era suficiente llevar al enemigo meramente a un parón, la idea no
fue una súbita inspiración, sino que se había formado lentamente en mi
pensamiento.
Así que las
tropas del Comandante en Jefe del Este podía ceder fueron reunidas para el
avance entre Wreschen y Thorn. El general Von Conrad, con la comprensión de sus soldados, dio toda la asistencia posible.
El VIII
ejército había sido debilitado y no podía cumplir el objetivo de cubrir la
frontera este de Prusia Oriental. Este ejército encontró apoyo operativo tanto
en las recientes posiciones construidas entre los lagos Spirding y Mauser y la
línea fortificada del río Angerapp. El ejército
sucesivamente entregó su muy exhausto 25º cuerpo de la Reserva, de
cuyo estado nosotros solo supimos más tarde, y el 1º cuerpo de la Reserva con
la 1º y 36º división de la Reserva. Estas tropas fueron enviadas a Thorn, en la
dirección de la línea Wlozlawek-Lodz. El comandante del VIII ejército, general
Otto Von Below, tenía ahora que administrar
sus recursos cuidadosamente, en orden a estar preparado a sostener las
posiciones que podía tener que ocupar en una emergencia. Tuvo que ser asumido, además que el alcance de este objetivo provocaría excepcionales requerimientos
tanto a los jefes como a los hombres. El cuerpo Zastrow recibió órdenes
de mantener irrevocablemente Soldau, puesto que la existencia del VIII
ejército y el destino de Prusia Oriental dependía de ello.
Habría sido particularmente
útil si pudieramos haber robustecido este frente. Un potente ataque desde
Mlawa contra el Narew entre Roshan y Pultusk habría sido el más efectivo apoyo
para las operaciones en la margen izquierda del Vístula. Pero teníamos que
limitar nuestros objetivos para que el éxito del ataque de flanco sobre la
margen izquierda pudiera ser asegurado. De otro modo nuestros recursos
meramente se habrían disipado. Fue ya bastante que nosotros reforzaramos el
cuerpo Zastrow lo suficiente para que constituyera una amenaza para el norte de Polonia, y llevar al enemigo
a creer, aunque solamente por un corto periodo, que una ofensiva aquí estaba en
ciernes. Fuertes contingentes rusos fueron concentrados al norte de Novo
Georgievsk. Era importante para la batalla en la margen izquierda del Vístula
que ellos estuviesen retenidos allá.
La brigada
Westernhagen, y más tarde, una porción de las nuevas principales reservas desde
Thorn, estuvieron disponibles para el movimiento de avance sobre la margen
derecha del Vístula. Habíamos pensado enviarlas hacia Plock, para así crear una
falsa impresión de conjunción con el cuerpo Zastrow. Una vez en Plock, era
posible hacerlas cruzar y usarlas en la
batalla de la margen izquierda.
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